El problema del fútbol femenino

El problema del fútbol femenino

El problema del fútbol femenino

Las jugadoras de fútbol femenino, como cualquier deportista de élite, se enfrentan a grandes desafíos: intensos entrenamientos, partidos exigentes y una constante presión para mantener un rendimiento excepcional. Pero hay un factor que muchas veces es ignorado e influye de manera decisiva en el desempeño deportivo: la ingesta energética adecuada.

Diversos estudios científicos recientes han demostrado cómo una insuficiente ingesta energética puede afectar significativamente no solo el rendimiento deportivo, sino también la salud global de las deportistas. Por ejemplo, el estudio ‘REFUEL’, publicado en el prestigioso American Journal of Clinical Nutrition, reveló que las atletas con alteraciones menstruales debidas a una baja disponibilidad energética podían recuperar su ciclo menstrual y mejorar la densidad mineral ósea simplemente aumentando su ingesta calórica diaria.

👉🏼¿Y qué implica esto en términos prácticos para entrenadores y jugadoras? Pues que un aporte energético insuficiente no solo impacta negativamente en el rendimiento inmediato, sino que tiene consecuencias a largo plazo, como una mayor susceptibilidad a lesiones óseas y trastornos hormonales.👈🏼

En línea con estos hallazgos, un estudio publicado en Nutrición Hospitalaria también enfatiza que las atletas femeninas que no cubren sus necesidades energéticas presentan una reducción considerable en su fuerza muscular, resistencia y capacidad de recuperación. Además, se incrementa el riesgo de sufrir lesiones por estrés óseo, lo cual, en deportes exigentes como el fútbol, podría marcar la diferencia entre la victoria y la derrota.

Pero, lamentablemente, en la sociedad actual sigue existiendo una presión injusta sobre la imagen corporal femenina que puede llevar a las atletas, conscientes o inconscientemente, a reducir su ingesta calórica en búsqueda de una figura “ideal” impuesta por los estándares externos, poniendo en riesgo su salud y rendimiento.

Y es algo que se refleja además incluso en niñas, sabiendo lo grandes problemas que puede suponer una ingesta deficitaria de energía durante un tiempo prolongado a esas edades. Puede que lleguen a nada nunca por este motivo.

Es fundamental, por lo tanto, crear conciencia sobre esta problemática y adoptar enfoques nutricionales basados en la evidencia científica, garantizando que cada jugadora pueda contar con el combustible necesario para competir al máximo nivel y mantener una salud óptima.

Entrenadores, jugadoras y equipos técnicos deben entender que invertir en la nutrición adecuada es tan crucial como invertir en estrategias tácticas y entrenamientos físicos.

👀Parece que me estoy vendiendo, pero una jugadora bien alimentada es una jugadora fuerte, resiliente y preparada para alcanzar su máximo potencial en el terreno de juego.