En infinidad de ocasiones vemos a diferentes futbolistas dar un trago a su bidón para después escupir lo que acaban de beber. ¿Y si te digo que lo pueden estar haciendo aposta con una estratégia detrás?
Existe una manera de mejorar tu rendimiento en el campo sin necesidad de tomar absolutamente nada. Suena extraño, pero la ciencia está revolucionando la nutrición deportiva con un simple truco: los enjuagues bucales con carbohidratos.

Imagina que estás en pleno partido. El reloj marca el minuto 70 y las piernas empiezan a sentirse pesadas. La fatiga mental se cuela lentamente en tu cabeza, y empiezas a perder precisión en los pases y velocidad en tus carreras. Aquí es donde muchos futbolistas pierden la oportunidad de brillar. Pero en ese momento crítico, puedes activar un “interruptor” cerebral que le dice a tu cuerpo que aún hay energía suficiente para seguir adelante. Eso es exactamente lo que un enjuague bucal con maltodextrina puede hacer.
Una reciente revisión científica publicada en la prestigiosa revista Sports Medicine ha confirmado que el simple acto de enjuagar la boca con una solución de carbohidratos puede mejorar significativamente tu rendimiento físico durante ejercicios intensos, con duración de hasta 75 minutos. Y lo más sorprendente: no necesitas tragar la bebida. Basta con enjuagar tu boca por unos 10 segundos con una solución de maltodextrina al 6%. (60 gramos de hidratos por litro)
La explicación está en nuestro cerebro. Cuando los receptores en tu boca detectan carbohidratos, envían una señal potente a las áreas cerebrales relacionadas con la recompensa, la motivación y el control motor. Esta señal no solo aumenta tu resistencia, sino que mejora la capacidad de mantener un ritmo alto, incluso cuando tu cuerpo empieza a pedirte que pares.
Para los futbolistas esto es clave. En esos momentos decisivos de un partido, cuando cada carrera y cada decisión cuentan, una pequeña ventaja puede ser determinante. Muchos jugadores, sobre todo en situaciones de estrés o partidos decisivos, tienen problemas para consumir carbohidratos o líquidos, ya sea por incomodidad gastrointestinal o simplemente porque no tienen tiempo para hacerlo. Es precisamente aquí donde este método cobra sentido. Puedes obtener un impulso energético inmediato sin los inconvenientes habituales de beber o comer durante el juego.
La investigación también señala algo interesante: más concentración de carbohidratos no significa mejores resultados. De hecho, las soluciones más efectivas están precisamente en concentraciones moderadas (6-6.5%). Menos es más cuando hablamos de nutrición deportiva aplicada al fútbol.
Esta estrategia no sustituye la ingesta regular de carbohidratos en esfuerzos largos, pero sí es un aliado estratégico que podría marcar la diferencia en momentos clave. En partidos ajustados, esos detalles aparentemente mínimos suelen ser los que separan a un buen jugador de un jugador excepcional.
La próxima vez que estés en terreno de juego, considera probar este método. Es fácil, seguro, científicamente respaldado y podría ser exactamente lo que necesitas para mantener tu mejor nivel hasta el pitido final.
Esta es una de las posibles razones por las que algún jugador escupa agua o líquido una vez en la boca.